¡Que Dios nos coja confesados!

Hoy he ido a la iglesia. El domingo es un día perfecto para el descanso y la introspección, quizás por eso fui a la iglesia.

El caso es que no fue por eso, ni tampoco fui a rezar. El motivo es que descubrí esta iglesia transformada en biblioteca, que es la única que he encontrado abierta los domingos. Tengo que aprovechar y apurar todo lo que pueda, que como saben algunos de ustedes, espero presentarme a un examen del grado de economía el próximo día 13 de febrero.