Bueno, pues como les había comentado en la última entrada del blog, el jueves me dieron cita para el día siguiente (viernes), para realizar la apertura de la cuenta en una oficina del Barclays de Mánchester.
Acudí el viernes puntualmente a la cita que me habían asignado. El tal Mr. Benjamin McCumesky resultó ser un chaval joven. Miró en el ordenador, viendo que la cita era para abrir una cuenta. Me preguntó para qué la quería. Le dije que era estudiante de inglés, necesitándola para hacer los diversos pagos de los gastos cotidianos en el país. Me preguntó que cuánto tiempo iba a estar en el país. Le dije que unos meses, que por lo menos hasta junio (por decir algo), pero como no lo vi muy convencido, le continué diciendo “bueno, eso es en principio, porque seguramente estaré más, por lo menos un año …”. A partir de ahí se relajó un poco y me dijo algo así como “¡es que hay personas que se vienen a abrir una cuenta, no la utilizan y luego se va para su país …!”. Esto me lo dijo con cara de preocupación, como si en lugar de abrir una cuenta, fuera a comprar un animalito, y que si me marchaba se tendría que encargar él de alimentarlo. ¡Ya ves cuántos gastos le supone eso a un banco, para que digan que los “cabeza cuadrada” son los alemanes!
Si en lugar de decirle que me quedaba un año le digo que quiero la tarjeta de crédito para colección, ¡me manda a tomar, … por donde cargan los camiones!
A continuación continuó explicándome cosas. Como si fuera cuestión de vida o muerte me empezó a explicar que como era una cuenta especial, que no tenía ningún tipo de gastos ni comisiones, se necesitaba una carta expedida por la institución donde estaba estudiando, con todos mis datos, dirección, tiempo que iba a estar en el Reino Unido, etc. Evidentemente yo no tenía esa carta, pero le dije que la podía conseguir. No hubo problema en hacerlo sobre la marcha, ya que mi academia de inglés se encuentra a diez o quince minutos andando. Me dijo que me esperaba sin problemas.
Fui a la academia a pedir la carta. No hubo problemas para obtenerla como les he comentado. Cuando en la academia empecé a explicarles lo que necesitaba, no me hizo falta terminar la frase. Parecían que ya estaban acostumbrados a ese trámite (tenían un modelo preparado en el ordenador).
Bien, ya en el banco, el tal Benjamin, ¡se empezó a poner nervioso otra vez!. Al comenzar a leer, vio que la fecha de finalización de mi estancia consignada en la carta de la academia, decía 02 de febrero de 2013, es decir, prácticamente dentro de una semana. Le dije que seguro que fue un error. Nada, parecía que en principio iba a pasar por alto ese error. Continuó leyendo, y con cara de sufrimiento dijo que había otra cosa que estaba mal, que no habían puesto mi dirección de U.K. donde residía. Le dije que no había problema, que llevaba mi contrato de alojamiento donde figuraba la misma. “No, no puede ser, para este tipo de cuentas, la dirección de U.K. tiene que estar escrita en la carta de la academia”.
Pues nada, ¡el “tontito” otra vez a la academia a modificar la dichosa carta!. Cuando iba de camino a la academia, le iba echando un vistazo a la carta, y en honor a la verdad, cometieron un error por el corta y pega. En uno de los párrafos decía que “el alumno reside en U.K. en la dirección indicada arriba”, pero en la parte de arriba no estaba sino la dirección de España.
Solventado este problema, volví al banco. Le dije que ya estaba la dirección de UK en la dichosa carta. Además le indiqué que habían corregido la fecha de mi estancia hasta junio de 2013. ¡Esto último si que no se lo esperaba, porque tenían que haber estado allí para que hubiesen visto la cara de felicidad que puso!. Me resultó graciosísimo.
A partir del paso anterior todo fue rutinario, mecanizar, firmar, y pasar por la caja para hacer un ingreso (10 Libras). Bueno, falta aún un paso. Ahora me tienen que enviar una carta a la dirección que tengo en la base de datos del banco. Suele tardar unos cinco días (me dijo). Luego tengo que llevar la carta al banco, pasar por la mesita del Benjamín, para que me active la cuenta, darme las tarjetas, las claves y tener operativa la cuenta (me han dado otra cita para el viernes que viene).
Espero recibir la carta y finalizar el procedimiento. ¡Así de fácil me resultó abrir mi cuenta corriente!
domingo, 27 de enero de 2013
Abrir una cuenta en el banco (part two)
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