... at the University

El martes de la próxima semana me voy a España unos días. Quizá por eso esta semana he decidido cambiar un poco la rutina de las clases de inglés. ¡Esta semana va a ser free de English classes! Una de las cosas que he hecho es acercarme a Chorlton, que es una localidad del sur de Mánchester. Apenas dista unos cinco o diez minutos en bus de donde vivo. Siempre me he dicho que tengo que ir, porque conozco algunas personas que viven allí y me han dicho que es un lugar recomendable. Efectivamente se trata de un lugar residencial, tranquilo, y que además posee una biblioteca pública donde se puede uno tomar unos momentos de relax. Otra de las cosas que me propuse hacer es pasarme por la universidad para asistir a algunas clases. Ayer lunes fui a la "Manchester Metropolitan University" para echar un vistazo, ver cómo acceder, la organización de la facultad, etc. Hoy martes ya me acerqué para entrar a alguna de las clases. Concretamente entré a una clase de contabilidad financiera. Para más detalles, resolvimos una facilita cuenta de pérdidas y ganancias. La anécdota protagonizada por el “cateto” (un servidor), fue que se estaban pasando los alumnos un aparatito, como un mando a distancia de apertura de coche. Cuando me lo pasaron a mí, lo típico ¿esto pa' que eeeee? (pregunté a la chica que me lo dio), y me dice que era para leer el código de barras de la tarjeta. Evidentemente respondí que yo no tenía tarjeta y se lo pasé al siguiente. Deduje que el dichoso aparato sirve para controlar la asistencia a clase, como el típico control de firmas que suelen pasar en la universidad en España. Se pasa el aparatito por el código de barras de los carnet de estudiante y luego el profesor vuelca los datos de la asistencia en el ordenador.

Tal día como hoy ...

Tal día como hoy, nueve de octubre de 2012, llegué a Mánchester. En principio traía lo justo, puesto que pensaba en estar por aquí una semana a ver qué pasaba, y miren, hoy hace nada más y nada menos que un año que arribé por estos lares. Justo hoy hace un año que aterricé en el Aeropuerto de Mánchester. Eran sobre las once y media de la noche. Las primeras impresiones fueron el sentirme un poco atemorizado, porque era nuevo en el lugar, sin saber mucho inglés, sin conocer a nadie, como funcionaban los transportes, la idiosincrasia del lugar, etc. A día de hoy, después de todo este tiempo, considero que el balance es totalmente positivo. Mi inglés ha mejorado, aunque no todo lo que yo esperaba. Sin embargo, aunque pudiera parecer una contradicción, me desenvuelvo con soltura en este lugar y la vida me resulta fácil. He conocido muchos lugares, y lo más importante, mucha gente de diferentes partes del mundo (India, China, Corea, Polonia, Francia, Italia, Libia, Angola, Portugal, Venezuela, Alemania, República Checa, etc...). Todo esto me ha aportado una riqueza personal, y unos puntos de vista globales que hubieran sido difícil obtener si uno no vive esta experiencia. Le animo a todo el mundo a que emprenda vivencias como estas.

Fleetwood Mac, en el Manchester Arena (UK)

Esta tarde-noche me he acercado al Manchester Arena con la intención de ir a un nuevo concierto. Esta vez se trataba de la banda "Fleetwood Mac" (a los más jovencitos les dejo la tarea de buscar en "Youtube", porque les sonará poco). Vi anunciar este evento hace ya bastante tiempo (muchos meses). Creo recordar que las entradas más baratas estaban por unas 80 ₤. Descarté su compra porque no sabía si hoy estaría aquí y por el precio, ya que cuando miré en la página solo quedaban entradas de 100 ₤. Como suelo hacer últimamente, he ido un rato antes por las afueras del recinto para intentar conseguir una entrada "low cost" (reventa, para entendernos). Nada más llegar, cuando faltaba más de una hora para el comienzo del espectáculo, hice la preguntita del millón para “sondear el mercado”. Mi sorpresa fue que el revendedor me enseñó una entrada con precio oficial de 80 ₤ pero que la estaba vendiendo por 150 ₤. Normalmente suele ocurrir que si esperas a que el espectáculo esté próximo a comenzar, el precio de las entradas se reduce porque los revendedores prefieren deshacerse de ellas a bajos precios, que tirarlas a la basura. Debido a la alta cotización de las entradas, esperé a que prácticamente no hubiese cola de gente en la calle para intentar hacerme con una. Pues bien, cuando pregunté ¡sorpresa!, el precio había subido a 160 ₤ (al tipo de cambio del día de hoy serían unos 191,62 €). Finalmente esperé un rato más, pero cuando oí empezar la música, decidí que era el momento de la retirada y me fui a un pub a tomar una cerveza para olvidar ...

P.D.: Para la supervisión de esta entrada he contado con la estimable colaboración de la periodista Laura García, otra expatriada que ha llegado a Mánchester huyendo de la crisis económica que azota nuestro país. Digo que es un honor, porque a parte de ser simpática y gran persona, ha trabajado, por ejemplo, para el diario El Mundo. Muchas gracias, Laura.